La noticia más destacada del lunes por la noche en Inglaterra tenía su epicentro en el norte de Londres. No, no se trataba del infumable empate a nada que firmaron Arsenal y Chelsea, si no de la confirmación de Tim Sherwood como entrenador del Tottenham hasta 2015. Pierden de esta forma Carlos Queiroz y Glen Hoddle -ambos se ofrecieron para el puesto- y gana el conjunto de White Hart Lane. Centrándonos en lo ocurrido en el Emirates, el partido decepcionó.
Que Mourinho iba a plantear un encuentro muy físico no era ninguna sorpresa. Los apoyos de Hazard y Willian para anular el juego por las bandas obligaban al Arsenal a trenzar por dentro, donde el trivote Mikel-Lampard-Ramires anulaba a Özil y dejaba a Arteta sin apenas opciones -Ramsey y Rosicky se ausentaron durante la mayor parte del encuentro-. Hasta hubo momentos en los que el Chelsea dominaba el juego (¡quién iba a decirlo!), alcanzando su cenit con un pase escandaloso de Hazard y un remate de Lamps al travesaño. Temblaron los cimientos del Emirates y tembló Wenger, que veía como los gunners eran maniatados sin oponer resistencia.
Que Mourinho iba a plantear un encuentro muy físico no era ninguna sorpresa. Los apoyos de Hazard y Willian para anular el juego por las bandas obligaban al Arsenal a trenzar por dentro, donde el trivote Mikel-Lampard-Ramires anulaba a Özil y dejaba a Arteta sin apenas opciones -Ramsey y Rosicky se ausentaron durante la mayor parte del encuentro-. Hasta hubo momentos en los que el Chelsea dominaba el juego (¡quién iba a decirlo!), alcanzando su cenit con un pase escandaloso de Hazard y un remate de Lamps al travesaño. Temblaron los cimientos del Emirates y tembló Wenger, que veía como los gunners eran maniatados sin oponer resistencia.
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El 4-3-3 de Mourinho ahogó la circulación del Arsenal durante todo el partido. |
Tras el descanso, Mou fue el primero en mover ficha. Más bien fue el único, puesto que Wenger aguantó todo el partido con los once jugadores que formaron de inicio, manteniendo firme su idea. Las entradas de Schürrle y Oscar por Hazard y Willian no mejoraron la situación y Szczesny tuvo poco trabajo. Los últimos diez minutos fueron de marcado dominio gunner, con dos ocasiones claras que Giroud no fue capaz de convertir y un despeje sobre la línea de Azpilicueta tras un remate de Vermaelen. Con la entrada de David Luiz por Torres murió el partido, consumándose el empate y apretando la clasificación de sobremanera: dos puntos separan al primero (Liverpool, con 36 y mejor gol average que el Arsenal) del quinto (Everton, con 34). El Boxing Day promete ser apasionante y la Premier, más igualada que nunca.
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